Daniel 12: 5-7. Y yo vi, yo Daniel, y, ¡mire!, había otros dos de pie, uno en la margen de acá de la corriente y el otro en la margen de allá de la corriente. Entonces uno dijo al hombre vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente: “¿Cuánto pasará hasta el fin de las cosas maravillosas?”. Y empecé a oír al hombre que estaba vestido del lino, quien estaba arriba sobre las aguas de la corriente, mientras él procedió a levantar la [mano] derecha y la [mano] izquierda a los cielos y a jurar por Aquel que está vivo para tiempo indefinido: “Será por un tiempo señalado, tiempos señalados y medio. Y tan pronto como haya habido un fin del hacer añicos el poder del pueblo santo, todas estas cosas llegarán a su fin”.
Daniel 7: 23-26 ”Esto es lo que él dijo: ‘En cuanto a la cuarta bestia, hay un cuarto reino que llegará a existir en la tierra, que será diferente de todos los [demás] reinos; y devorará toda la tierra y la hollará y triturará. Y en cuanto a los diez cuernos, de ese reino hay diez reyes que se levantarán; y hasta otro se levantará después de ellos, y él mismo será diferente de los primeros, y a tres reyes humillará. Y hablará hasta palabras contra el Altísimo, y hostigará continuamente a los santos mismos del Supremo. Y tendrá intención de cambiar tiempos y ley, y ellos serán dados en su mano por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo. Y el Tribunal mismo procedió a sentarse, y finalmente le quitaron su propia gobernación, para aniquilar[lo] y destruir[lo] totalmente.
Daniel 8: 8-25 Y el macho de las cabras, por su parte, se dio grandes ínfulas hasta el extremo; pero en cuanto se hizo poderoso, el gran cuerno fue quebrado, y procedieron a subir conspicuamente cuatro en lugar de él, hacia los cuatro vientos de los cielos.
Y de uno de ellos salió otro cuerno, uno pequeño, y siguió haciéndose mucho mayor hacia el sur y hacia el naciente y hacia la Decoración. Y siguió haciéndose mayor hasta llegar al mismo ejército de los cielos, de modo que hizo que algunos del ejército y algunas de las estrellas cayeran a la tierra, y se puso a hollarlos. Y hasta llegar al mismo Príncipe del ejército se dio grandes ínfulas, y de él el [rasgo] constante fue quitado, y el lugar establecido de su santuario fue echado abajo. Y un ejército mismo fue gradualmente entregado, junto con el [rasgo] constante, debido a transgresión; y siguió arrojando la verdad por tierra, y actuó y tuvo éxito.
Y llegué a oír a cierto santo hablando, y otro santo procedió a decir a aquel que estaba hablando: “¿Cuánto durará la visión del [rasgo] constante y de la transgresión que causa desolación, para hacer tanto [del] lugar santo como [del] ejército cosas para hollar?”. De modo que él me dijo: “Hasta dos mil trescientas tardes [y] mañanas; y [el] lugar santo ciertamente será llevado a su condición correcta”.
Entonces aconteció que, mientras yo mismo, Daniel, veía la visión y buscaba un entendimiento, pues, ¡mire!, hubo de pie enfrente de mí alguien [que era] en apariencia como un hombre físicamente capacitado. Y empecé a oír la voz de un hombre terrestre en medio del Ulai, y procedió a clamar y decir: “Gabriel, haz que ese [que está] allí entienda la cosa vista”. De modo que vino junto a donde yo estaba de pie, pero cuando vino me aterroricé, de modo que caí sobre mi rostro. Y él procedió a decirme: “Entiende, oh hijo del hombre, que la visión es para el tiempo de[l] fin”. Y mientras estaba hablando conmigo, yo me había quedado profundamente dormido sobre mi rostro en la tierra. Por lo tanto, él me tocó e hizo que me pusiera de pie donde yo había estado parado. Y pasó a decir: “Mira, te voy a hacer saber lo que ocurrirá en la parte final de la denunciación, porque es para el señalado tiempo de[l] fin.
”El carnero que tú viste que poseía los dos cuernos [representa a] los reyes de Media y Persia. Y el macho cabrío peludo [representa] al rey de Grecia; y en cuanto al gran cuerno que estaba entre sus ojos, [representa] al primer rey. Y puesto que ese fue quebrado, de modo que hubo cuatro que finalmente se levantaron en lugar de él, hay cuatro reinos de [su] nación que se pondrán de pie, pero no con su poder.
”Y en la parte final del reino de ellos, a medida que los transgresores actúen hasta lo completo, se pondrá de pie un rey de fiero semblante y que entenderá dichos ambiguos. Y su poder tiene que hacerse potente, pero no por su propio poder. Y de manera maravillosa causará ruina, y ciertamente tendrá éxito y obrará con eficacia. Y realmente reducirá a la ruina a poderosos, también al pueblo hecho de [los] santos. Y según su perspicacia ciertamente también hará que el engaño tenga éxito en su mano. Y en su corazón se dará grandes ínfulas, y durante un [tiempo] libre de cuidados arruinará a muchos. Y contra el Príncipe de príncipes se pondrá de pie, pero será sin mano como será quebrado.
Revelación 11: 1-4 Y me fue dada una caña semejante a una vara al decir él: “Levántate y mide el [santuario del] templo de Dios y el altar y a los que adoran en él. Pero en cuanto al patio que está fuera del [santuario del] templo, échalo fuera y no lo midas, porque ha sido dado a las naciones, y ellas hollarán bajo sus pies la santa ciudad por cuarenta y dos meses. Y haré que mis dos testigos profeticen mil doscientos sesenta días vestidos de saco”. Estos son [simbolizados por] los dos olivos y los dos candelabros, y están de pie delante del Señor de la tierra.
Revelación 12: 3-14 Y se vio otra señal en el cielo, y, ¡miren!, un dragón grande de color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas siete diademas; y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó abajo a la tierra. Y el dragón se quedó de pie delante de la mujer que estaba a punto de dar a luz, para, cuando diera a luz, devorar a su hijo.
Y ella dio a luz un hijo, un varón, que ha de pastorear a todas las naciones con vara de hierro. Y su hijo fue arrebatado hacia Dios y hacia su trono. Y la mujer huyó al desierto, donde tiene un lugar preparado por Dios, para que la alimentaran allí mil doscientos sesenta días.
Y estalló guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón, y el dragón y sus ángeles combatieron, pero este no prevaleció, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados abajo con él. Y oí una voz fuerte en el cielo decir:
“¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido arrojado hacia abajo el acusador de nuestros hermanos, que los acusa día y noche delante de nuestro Dios! Y ellos lo vencieron debido a la sangre del Cordero y debido a la palabra del testimonio que dieron, y no amaron sus almas ni siquiera al arrostrar la muerte. A causa de esto, ¡alégrense, cielos, y los que residen en ellos! ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”.
Ahora bien, cuando el dragón vio que había sido arrojado abajo a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Pero las dos alas de la gran águila le fueron dadas a la mujer, para que volara al desierto a su lugar; allí es donde es alimentada por un tiempo y tiempos y medio tiempo, lejos de la cara de la serpiente.
Revelación 13: 1-8 Y se quedó de pie inmóvil sobre la arena del mar.
Y vi una bestia salvaje que ascendía del mar, con diez cuernos y siete cabezas, y sobre sus cuernos diez diademas, pero sobre sus cabezas nombres blasfemos. Ahora bien, la bestia salvaje que vi era semejante a un leopardo, pero sus pies eran como los de un oso, y su boca era como boca de león. Y el dragón dio a [la bestia] su poder y su trono y gran autoridad.
Y vi una de las cabezas de ella como muerta por degüello, pero su golpe de muerte fue sanado, y toda la tierra siguió a la bestia salvaje con admiración. Y adoraron al dragón porque este dio la autoridad a la bestia salvaje, y adoraron a la bestia salvaje con las palabras: “¿Quién es semejante a la bestia salvaje, y quién puede combatir con ella?”. Y se le dio una boca que hablaba cosas grandes y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y ella abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre y de su residencia, hasta de los que residen en el cielo. Y se le concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos, y se le dio autoridad sobre toda tribu y pueblo y lengua y nación. Y todos los que moran en la tierra la adorarán; el nombre de ninguno de estos está escrito en el rollo de la vida del Cordero que fue degollado, desde la fundación del mundo.
Análisis
- Daniel le pregunta al ángel cuanto tiempo pasará hasta que ocurran las cosas maravillosas y este le responde que pasaran un tiempo y tiempos y medio tiempo, es decir 3 tiempos y medio, hasta el poner fin el poder del pueblo santo. Recordemos que por ser Daniel Judío podía entender este tiempo como 42 meses ó 1260 días. ¿Qué significa el poner fin el poder del pueblo santo? Veamos. Satanás, quien tiene gran cólera, persigue a los santos por 3 tiempos y medio o 1260 días. Las naciones o gobiernos hollaran a los dos testigos, o el pueblo santo, por 42 meses. A la bestia salvaje se le dio autoridad por 42 meses. Los textos arribas muestran que se trata del mismo acontecimiento: la gran tribulación y su duración. Una buena pregunta es: Si Satanás fue arrojado en 1914 con gran cólera, ¿por qué aparentemente está calmado? ¿No son los acontecimientos futuros prueba de que su cólera será llevada a su máxima expresión y por un corto espacio de tiempo?
- En Daniel 7: 23-26 se habla de un cuerno que hablará contra el Altísimo y hostigará a los santos antes de ser destruido.
- En Daniel 8: 8-25 se habla nuevamente de un cuerno que hablará en contra del Altísimo y removerá el “rasgo constante”, y reducirá a ruinas al pueblo hecho de los santos. Una comparación de esta profecía con lo que dice Revelación 13: 1-8 nos permite ver que se trata del mismo gobierno u organización política la que atacará al pueblo de Dios y como de manera maravillosa causará ruina en toda la tierra, este rey de fiero semblante o bestia salvaje hará su aparición en la gran tribulación. Recordemos que si Jehová no interviene en la gran tribulación ninguna carne se salvará, por lo que podemos pensar que Satanás estará muy furioso.
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